Renovación de votos, una biblia y el realce de la artesanía en ñandutí

El presidente Santiago Peña juró en una simbólica ceremonia y hubo hasta un beso fuera de protocolo.

El presidente Santiago Peña juró en una simbólica ceremonia y hubo hasta un beso fuera de protocolo.

A temprana hora, el hermano Edison, de la congregación Franciscana, ingresó a la residencia del presidente Santiago Peña para orar por la familia, una renovación de votos y pedir por una buena gestión del nuevo gobernante.

“Somos amigos de Leti. Ella viene trabajando con nosotros en la iglesia. Somos humanos y Dios actúa en los corazones”, expresó el Capuchino.

La primera dama, Leticia Ocampos, es devota de San Pío Pietrelcina, tal como quedó patente incluso durante la campaña presidencial.

Por otra parte, la artesanía del ñandutí, con toque moderno, estuvo muy presente en la indumentaria oficial.

Así, la primera dama lució un traje exclusivo con diseño de ñandutí, ideado por la propia Leticia con la diseñadora Victoria Maluff, mientras la confección estuvo a cargo de la artesana Myrian Benítez (de Itauguá). El trabajo duró dos meses y una semana; los finos bordados fueron hechos con hilos de seda y apliques en 3D.

Asimismo, la propia primera dama se encargó de pedir la confección de la banda presidencial de ñandutí a la diseñadora Cecilia Fadul.

“Las borlas de hilo dorado, meticulosamente incorporadas, añaden un toque de elegancia y majestuosidad a esta pieza única. En el centro de la banda, se encuentra un escudo bordado que simboliza la identidad y la soberanía del país”, comunicó la Oficina de la Primera Dama.

Esta banda presidencial y el bastón de mando fueron entregados a Peña en la ceremonia a través del presidente del Congreso, Silvio Ovelar.

La biblia

Otro detalle emotivo durante el acto fue cuando Santiago Peña juró usando la Biblia que le habían obsequiado a la familia en el día de su boda, en noviembre de 1997.

“Esta Biblia simboliza nuestra unión con Santi, ya que nos regalaron al casarnos. Fue un obsequio de una pareja muy especial para nosotros, sobre todo para Santi, ya que era su tío, quien era un referente para él por ser una persona muy espiritual que le ayudó y apoyó mucho, sobre todo cuando yo me quedé embarazada” contó Ocampos.

La Biblia fue un obsequio de Teresa y Manuel, quienes desearon a la joven pareja que durante toda su vida las palabras “Dios y amor” tengan un mismo significado y guíen el camino de la familia.
Durante el acto de juramento, el mandatario no hizo más que mirarle a los ojos a su esposa, mostrando su amor.

“Muchas gracias a mi compañera de vida, Leti, quien me aceptó a los 17 años sin augurarle mucho futuro y aquí, 27 años después, nos encontramos juntos, asumiendo el reto más grande de nuestras vidas”, le dedicó Santi a su esposa durante su discurso.

Luego de terminar sus primeras declaraciones como presidente, Peña se acercó para darle un beso en la boca a Ocampos, rompiendo cualquier protocolo que pueda haber.

Tres promesas clave

Durante su discurso, el presidente dio a conocer cuál será su hoja de ruta durante los próximos 5 años.

Educación: En este ámbito promete realizar proyectos que en verdad contribuyan en los educandos del país. “Me comprometí a identificar prioridades y urgencias, asignarles los recursos necesarios a mejorar la calidad de vida de los docentes, a dejar de hacer remiendos en infraestructuras obsoletas y construir verdaderos centros de excelencia educativa en cada distrito del país”, dijo.

Salud: Busca mayor eficiencia y transparencia en el uso de recursos. “Basta de largas filas de esperas, de agendamientos interminables, equipamiento que no se usa por falta de insumos”, afirmó.

Se comprometió a luchar contra el terrorismo y secuestros.

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