Un periodista holandés llegó al país y lo encontró saliendo de un bar del Mercado 4.
Por Lourdes Cano
Franz Meijer, uno de los secuestradores del magnate Freddy Heineken, fue atrapado por las cámaras “en medio del hormiguero humano” del Mercado 4 de Asunción, en el verano de 1994.
El delincuente llevaba casi una década prófugo, tras el secuestro, en noviembre de 1983.
Llegó a Paraguay
Cuatro de los cincos jóvenes secuestradores huyeron de Holanda luego de recibir el rescate más caro de la historia europea: 11 millones de dólares.
Meijer decidió quedarse, pero cuando sus cómplices empezaron a caer, él se entregó.
Dijo a la policía que quemó su parte del rescate en una playa, en 1983. Fingió una enfermedad mental y fue internado en un centro psiquiátrico. Huyó de la clínica el mismo año y se instaló en Paraguay.
Cómo lo atrapan
Diez años después, el periodista Peter R. De Vries llegó a nuestro país en busca del prófugo. Recibió un correo electrónico que indicaba que Meijer estaba viviendo en Paraguay.
El único dato era que estaría en el bar “El Encuentro”, en Asunción. El local tenía un cartel de “Bremer Beer”.
“Justo cuando me pregunto cómo demonios se puede localizar a alguien en este hormiguero humano, veo un cartel de ‘Bremer Beer’. Miro el edificio y, ¡ahí está! Solo en la calle, Frans Meijer, el hombre más buscado de los Países Bajos”, relató el periodista en su libro.
Familia paraguaya
El fotógrafo captó al delincuente intentando cruzar la calle Silvio Pettirossi y el periodista logró hablar con él. Meijer le contó que vivía con una identidad falsa bajo el nombre de Rudolph ‘Rudi’ Doves. Supuestamente, se casó con una paraguaya y tuvo 3 hijos.
Meijer fue arrestado por la Interpol el 16 de abril de 1995, pero le liberaron semanas después. El 9 de mayo se emitió una orden de captura. Recién el 28 de enero de 1998 fue capturado. El 29 de marzo de 2003 se lo extraditó a Ámsterdam. Cumplió su condena en el 2005 y, según De Vries, regresó a Paraguay. Sin embargo, en el 2019 fue nuevamente condenado en Holanda a 3 años de cárcel, tras intentar robar un camión de caudales.
¿Y la plata?
Los secuestradores recibieron los 11 millones de dólares del rescate y huyeron sin liberar a Heineken. Días después, la policía lo rescató del sitio donde se encontraba encadenado.
La pandilla tomó 2,5 millones de dólares. El resto lo metieron en un tanque y lo enterraron en una zona boscosa. Más tarde, unos trabajadores encontraron los barriles y dieron aviso a la policía. Todos los secuestradores terminaron en la cárcel.
Te puede interesar: https://diaadia.com.py/que-saber/jovenes-vampiros-digitales-se-duermen-en-plena-clase/
