¿Cada cuánto hay que cambiar la almohada?

La almohada puede pasar desapercibida dentro de la habitación, pero puede acumular cientos de miles de ácaros ocasionando alergias.

La almohada puede pasar desapercibida dentro de la habitación, pero puede acumular cientos de miles de ácaros ocasionando alergias.

Aunque parezca solo un artículo de comodidad a la hora de dormir, la falta de higiene en almohadas representa un riesgo para la salud, que pasados los dos años de uso, un tercio se compone por ácaros vivos, muertos y sus excrementos.

La formación de hongos y ácaros es común en las almohadas más antiguas, ya que tiene un interior más cálido y húmedo que permite infecten su superficie. Sin embargo, el problema real radica en las heces de los ácaros.

¡No pongas al sol!

De acuerdo con la Asociación Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC por sus siglas), el sol y el calor son propicios para la proliferación de ácaros y bacterias. Por lo tanto, siempre deben guardarse en lugares secos y sombreados.

Estas especies suelen ser las principales causas de las alergias. Cada ácaro puede producir diariamente unas 20 partículas fecales.

Seguí estos consejos

Ya sabés, cambiá tu almohada cada dos años, y las que tengas cuidalas así:

1. Utilizá protectores: Los protectores del colchón y las almohadas ayudan a mantener fuera a los ácaros, ya que estos sirven de barrera extra entre tu cuerpo y el colchón, haciendo que la humedad, el calor corporal y los fluidos pasen en menor medida al colchón y la almohada.

En el mercado local se encuentran desde G. 41.000 y resisten hasta 300 lavados.

2. Cambiá las sábanas: Cambiar y lavar la ropa de cama es esencial para eliminar los ácaros, ya que esta retiene restos de piel muerta, que sirve de alimento para los ácaros. Por ello, es recomendable cambiar las sábanas, las fundas del colchón y la almohada una vez a la semana.

4. Ventilación: Una de las claves para eliminar los ácaros en casa es la ventilación de las habitaciones, ya que el aire y la luz del sol ayudan a regular la humedad, la cual contribuye a la proliferación de los ácaros, como te contamos más arriba. Lo mismo sucede con la cama, es mejor dejarla ventilar y enfriarse antes de tenderla.

5. Aspirá el polvo: Mantener limpia la habitación es básico para eliminar los ácaros.
Sin embargo, barrer y trapear con una escoba tradicional no siempre es lo óptimo. Por ello es mejor una aspiradora, ya que elimina por completo el polvo que fomenta la proliferación de estos insectos.

6. Evitá las alfombras: Las alfombras suelen ser un nido de ácaros, por lo que es mejor evitarlas o, en todo caso, optar por alfombras finas y de tela ligera  para que se puedan lavar y aspirar con mayor facilidad.

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