Alzarlos como un bebé parece buena idea, pero está muy lejos de agradarles.
Los gatos son independientes, limpios y tienen una fuerte personalidad que los convierte en amos y señores de sus hogares.
Los felinos son seres especiales, tienen ciertas manías y odian determinadas cosas que los humanos solemos pensar que pudieran ser muestras de cariño.
Te contamos algunas de estas cosas para que las dejes de hacer.
1 Ruidos fuertes: los felinos tienen el sentido auditivo mucho más sensible que el de los humanos, por lo que los gritos, barullos, rayos y otros estruendos pueden perturbarlos, generarles estrés y miedo.
2 Algunas caricias: hay veces que los mismos gatos se acercan para pedir alguna caricia, pero hay algunas zonas que no les agrada que se les toque: la barriga, las patas traseras y la cola. Es preferible que les acaricies la cabeza, las orejas, la barbilla y también el cuello.
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3 Alzarlos: sí, admitamos que es el gesto que más nos gusta realizar. A los michis no les suele gustar que los alcen en los brazos como a un bebé, con las patas y la barriga arriba, porque les hace sentir vulnerables.
4 Cambios en su rutina: se sienten muy incómodos con las modificaciones en su vida cotidiana, ya sea en su alimentación, en el material del arenero o en su zona de descanso. Una mudanza puede ser de mucho estrés, lo mejor para estas situaciones es poder aplicarlos de forma gradual.
5 Espacios cerrados: no les gusta nada encontrarse con una puerta cerrada. Ellos necesitan saber en todo momento qué hay y qué sucede en cada rincón.
6 Olores: su olfato es muy sensible, por lo que ciertos aromas pueden ser desagradables para ellos, como el tabaco, vinagre, lavandina, ajo y cebolla.