Niños con sobrepeso u obesidad necesitan aprender a pedir ayuda ante las burlas por gordofobia.

Gordofobia: Cómo abordar la discriminación entre niños

Profesional pide buscar un cuerpo sano, no flaco. Ellos aprenden de los grandes, sostienen.

Profesional pide buscar un cuerpo sano, no flaco. Ellos aprenden de los grandes, sostienen.

Por José Oviedo Bareiro

La cuestión del peso es un motivo de bullying en las escuelas. A la hora del fútbol, los más robustos son elegidos como arqueros y objetos de bromas pesadas. Muchas veces dejan de ser llamados por sus nombres de pila y pasan a ser: “Gordo” o “Gordita”.

Otro hecho de discriminación se da cuando la persona con sobrepeso es rechazada del círculo de amistades. “En las mujeres es más sensible porque quieren sentirse más atractivas. En los adolescentes eso es muy importante”, expresó el psicólogo Walter Caballero.

Se denomina gordofobia al rechazo a las personas con obesidad y si le afecta al niño, lo ideal es que consulte con un psicólogo para que pueda afrontar. Caballero instó a los docentes y padres a enseñarles a no discriminar desde chicos.

“Que le acepten al otro tal cual es, que con esas personas sí puede formar muchas buenas amistades y que lo más importante es la persona”, señaló.

Los cánones de belleza no están escritos pero aparecen en los programas de televisión y las películas, afirmó. “Tenemos que buscar un cuerpo sano, no un cuerpo flaco. La salud es que tu cuerpo funcione bien para todas las actividades que hacés”, dijo.

La gordofobia se aprende

Así también, la psicóloga infantil, Daniela Moreno, expuso que el rechazo es algo que se aprende en la casa o en el contexto social.

“No viene innato en los niños. Ningún niño rechaza a nadie. Los niños nunca se rechazan entre ellos ni aunque tengan trastornos”, resaltó.

“Vas a encontrar a niños chiquitos jugando sin problemas con niños con discapacidad física o de otro tipo. El rechazo aprenden de los adultos”, añadió.

En este sentido, la psicóloga Carmen Aguilera instó a no minimizar la gordofobia porque en la mayoría de los casos las víctimas sufren al mismo tiempo de baja autoestima.

“En la casa es necesario que se hable de los valores como el respeto hacia los demás”, manifestó. Observó que los padres son modelos para los niños y que hay que tener cuidado de no hacer comentarios de discriminación delante de ellos.

“Tenemos que empoderar a los niños para que pidan ayuda ante las burlas que pudieran estar pasando e intervenir en la casa o en la escuela”, sostuvo.

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