Los peludos de la casa pueden ser nocivos por más que estén limpios y sanos.
Por José Oviedo Bareiro
“Antes de dormir con mi gato, le baño sí o sí”, dicen algunos. Sin embargo, hay estudios que señalan que a pesar de todo el empeño que uno tenga en la limpieza, la mascota igual transmite patógenos.
“Hay muchos microorganismos que se albergan en el pelaje, como bacterias, hongos, ácaros ocultos que no se ven”, señaló la veterinaria Cindy Agüero.
Es decir, a pesar de estar sanos, las mascotas pueden enfermar a sus dueños con parásitos como Cheyletiella, Ctenocephalides spp, Toxocara spp y otros.
“Hoy en día se humaniza demasiado a las mascotas como hijos. Es una forma de ellos de amarles pero en salud no es recomendable”, aseguró.
Además, las mascotas pueden roncar e interrumpir el sueño de su humano. Hasta sus ciclos de sueño son diferentes, señala el portal Libertad Digital.
“Hay que empezar comprándoles una camita, una manta enseñándoles que tienen que tener su propia cama”, manifestó la profesional.
Sostuvo que los perros y gatos se manejan según la manera en que sus dueños les acostumbraron.
Riesgo potencial al dormir
El estudio sostiene también que de las 250 enfermedades zoonóticas conocidas, más de 100 se mudan en la convivencia de personas y sus animales.
Muchas de ellas se producen cuando el animal besa o lame a su dueño o cuando la persona abraza a su animal.
Los riesgos para la salud pasan por posibles casos de alergias, asma o neumonitis por hipersensibilidad. Los más expuestos son los niños.
Además, la presencia de la mascota puede interrumpir la intimidad, causando problemas de pareja.
