Hay que ser más cariñosos, jugar con ella y no darle duchas si no quiere.
A diferencia de los perros, que suelen entrar en celo en primavera y verano, los felinos pueden hacerlo en cualquier época del año. Mientras que son las gatas las que entran en celo, los machos se quedan en alerta, listos a las señales que ellas lancen.
Para poder ayudar o acompañar a nuestra mascota, primero debemos identificar cuándo es que entran en ese periodo.
El veterinario Diego Ayala mencionó que la hembra en celo se pasa aullando, como una forma de atraer al macho y, por lo tanto, puede bajar de peso porque come menos.
Además, se pone más cariñosa, se rasca más, se lame los genitales y adopta una posición de “monte”, igual si no está el macho; tiene incontinencia y orina en lugares no habituales.
El momento del celo en una gata le causa estrés, por lo que es importante acompañarla y ha que tratar de tranquilizarla. Según los expertos en mascotas:
Cuando se ponga cariñosa, lo ideal es consentirla y responder de la misma forma, ya que está tratando de gestionar lo que le pasa.
Limpia con mayor frecuencia su arenero y sus alrededores, esto evitará que orine fuera de él.
Si a tu gata no le gustan los baños, es posible que esto le cause mayor estrés, por lo que se recomienda no hacerlo.
Por su parte, la doctora Mariela Bogado mencionó que es importante controlar que el felino no se escape o que ningún macho se acerque para evitar que se crucen.
Sostuvo que es importante aprovechar el tiempo libre que se tiene para jugar con ellos y de esta forma darles distracción.
El doctor Diego Ayala recomendó realizar la castración de la gata antes de que esta entre en su primer celo.
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