El comportamiento canino debe entrenarse para evitar momentos de estrés.
Tu perro puede desbordarse de emoción cuando llegan visitas a la casa.
Algunos son excesivamente traviesos: saltan a la gente, ladran sin parar, suben al sofá, etcétera.
Otros no son tan amigables: se ponen nerviosos, gruñen y hasta pueden ponerse agresivos. También están los que se estresan y se esconden debajo de las sillas o muebles.
Miriam Zazo, especialista en etología canina, asegura que ninguno de estos comportamientos son correctos.
Cómo entrenar al perro
La etóloga señala que debemos actuar de forma que no aumentemos su excitación, sino que favorezcan las reacciones calmadas.
Sin embargo, tampoco está de acuerdo con los influencers que aconsejan en redes sociales “prestar la mínima atención a la mascota, al llegar a la casa”.
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“Estarse quieto o no recibir la atención que un animal social necesita, son dos actitudes que pueden aumentar su excitación en lugar de reducirla, y después pueden ser más explosivos”, señaló a Tiendanimal.es.
La especialista apunta que, aunque se estén portando mal, nunca hay que pegarles o encerrarlos en otro sitio.
Miriam Zazo recomienda:
- Permitir que el perro huela las manos y las piernas de la visita.
- Que el recién llegado le dé un premio o un juguete. Así el perro satisfará su curiosidad.
- Anticiparnos a la llegada de un visitante dando un paseo.
- Si al recién llegado le gustan los perros, puede darle un saludo calmado, sin permitir que le suba las patas.
- Si el perro se pone a ladrar, lo mejor es ignorarlo y no regañarle.
- Para los miedosos: el visitante debe transmitirle seguridad. Darle un premio, sin asustarlo.
