La Junta Municipal aprobó una ordenanza para la protección de la vida silvestre, en zona del Banco San Miguel y Bahía
Por Lourdes Cano
Asunción se convirtió en la primera ciudad del país en contar con una ordenanza que protege a la fauna y flora dentro de su territorio.
La Junta Municipal aprobó recientemente el Proyecto de Ordenanza propuesto por la concejala Jazmín Galeano, “Que establece mecanismos para la conservación y protección de la vida silvestre en la ciudad de Asunción”.
Prohibición y multa
La legislación prohíbe la caza, matanza y captura de animales silvestres. Así como la venta o comercialización de los mismos.
La tenencia de estos animales debe ser exclusivamente con permiso del Mades. La destrucción de nidos de aves, huevos, cuevas y guaridas de animales también está prohibida.
El incumplimiento contempla multa, suspensión de actividades, inhabilitación, clausura, desocupación y comiso; las multas podrán alcanzar hasta 2.700 jornales (G. 264.840.300).
En Asunción, el Banco San Miguel y la Bahía de Asunción son reservas ecológicas protegidas por ley 2715/2005.
José Luis Cartes, director de Guyra Paraguay, señaló a Día a Día la importancia de esta área verde en Asunción.
“Se trata de un Área Ecológica de 601,74 hectáreas en total; 300 hectáreas de tierra firme y 301,74 de agua que incluye a la Bahía de Asunción”, apuntó.
Animales silvestres
El Banco San Miguel es clave para la conservación de aves nativas y migratorias. “Es un sitio de paradas de aves neárticas, que provienen del Norte de América, allá de Canadá, Alaska, y pasan por Paraguay para alimentarse”, indicó.
Según la Guía de Aves de Asunción: Mbigua (cormorán), Taguató Rye Moroti (águila pescadora), Taguató Jatyta (caracolero), Ype Kutiri (alita azul) y Playerito Canela son algunas de las visitantes.
“Llegan aves Chorlitos y playeros. El llamado Playerito Canela es el ave más conocida”, dijo el director.
Cartes explicó que las aves se alimentan en zonas de playa. Necesitan tierra húmeda, pasto corto para comer los bichos del lugar, pero gran parte de esa tierra desapareció.
“Antes había un sitio de parada que fue afectado por la construcción de la costanera. Estamos trabajando con el Ministerio del Ambiente para restaurarlo”, señaló.
La ocupación de la zona del río Paraguay también afecta a la fauna y flora.
“No se puede vivir en la zona del río. La gente hace su relleno del suelo con basura, eso es criminal para el medio ambiente. Repercute a la contaminación de la bahía. Es un problema amplio, pero sucede por la falta de aplicación de las leyes”, lamentó.
También viven en la zona otros animales como nutrias, yacarés y carpinchos que son víctimas de la caza indiscriminada.
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