YouTube declara la guerra a los consejos médicos irresponsables

A los internautas que publiquen información falsa sobre la salud se les borrará el video

A los internautas que publiquen información falsa sobre la salud se les borrará el video

Un video asegura que el ajo cura el cáncer, otro que la vitamina C puede sustituir la radioterapia: estos peligrosos «consejos» de salud ya no tendrán cabida en YouTube, según ha prometido la plataforma, aunque los especialistas en desinformación se muestran escépticos y denuncian una falta de transparencia.

Ante la explosión de desinformación médica tras la pandemia del covid-19, YouTube (propiedad de Google), comenzó en 2022 a perseguir contenidos antivacunas y después a los que fomentan los trastornos alimentarios.

Un año después, la plataforma de videos asegura querer ahondar en las medidas y rastrear la información falsa sobre el cáncer, señalando que las personas diagnosticadas con esa enfermedad «a menudo acuden a internet para informarse sobre los síntomas y los tratamientos, y para encontrar un sentido (de pertenencia) a una comunidad».

A los internautas que publiquen información falsa sobre la salud se les borrará el video y después de tres publicaciones repetidas, se les bloqueará el canal o incluso la cuenta.

500 horas

Cada minuto, la plataforma recibe más de 500 horas de contenidos nuevos y la detección de informaciones falsas representa un «desafío tecnológico enorme», según YouTube, sobre todo ahora que los videos viejos deben también ser sometidos a las nuevas reglas.

Entre enero y abril de 2023, YouTube asegura haber suprimido más de 8,7 millones de videos, de los cuales más de 90 % fueron identificados por la inteligencia artificial. Aunque YouTube defiende un proceso a largo plazo, «no hace más que cumplir sus obligaciones», advierte a AFP el sociólogo Laurent Cordonier, de la Fundación Descartes, un organismo francés sobre cuestiones de información.

Reglamento

El experto ha referencia a la entrada en vigor, el 25 de agosto, de un reglamento europeo que exige a las principales plataformas digitales tomar medidas contra la desinformación y otros contenidos ilícitos.

El investigador, según el cual «los desinformadores sanitarios abundan literalmente en el YouTube francófono», duda de la eficacia de las medidas anunciadas, al señalar en particular los anuncios que