Los endulzantes no calóricos ocasionan obesidad cuando no hay cambios de hábitos, señalan.
Por José Oviedo Bareiro
El Dr. Atilio Castillo, presidente de la Sociedad de Diabetología, se pronunció sobre la publicación de la OMS que sugiere limitar el consumo de edulcorantes.
“Es básicamente volver a tratar de que nos guste la comida en su sabor natural, en el café, el té, el cocido; comenzar a utilizar sin ningún tipo de agregado”, dijo el doctor.
Mencionó que lo que sí le sorprende es que hayan incluido a la stevia, porque solo se manejaban las contraindicaciones de los demás endulzantes.
“Sabíamos que los edulcorantes no calóricos de uso común, según estudios, hacían un cambio en la flora intestinal y en la resistencia a la insulina”, agregó.
Castillo aseguró que los edulcorantes como el aspartamo, ciclamatos, sacarina, sucralosa y otros se utilizan en productos no dulces como las harinas. Lo mismo pasa con las gaseosas o jugos, ya sean enlatados o en frascos.
“Entonces, en cierta manera nosotros siempre decimos que hay que evitar estos alimentos procesados, porque todos tienen en alguna u otra manera saborizante con tendencia a lo dulce”, expresó.
Comentó que no es recomendable el azúcar morena como tampoco la miel, porque tienen fructosa y favorecen al hígado graso.
Resaltó, además, que muchos edulcorantes en Paraguay tienen etiquetas engañosas. Dicen tener 100% stevia, pero en sus ingredientes aparecen edulcorantes.
¿Y los ya diabéticos?
Hay una salvedad en la advertencia de la OMS: los que ya tienen diabetes. La recomendación (de dejar los edulcorantes) es válida «para todas las personas, excepto las que padecen diabetes preexistente», precisó también la OMS.
Esta salvedad resaltó la doctora Doris Royg, directora del Programa Nacional de Diabetes del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en respuesta al estudio que se dio a conoceer el martes.
El organismo internacional reveló que la stevia, la sacarina, la sucralosa y otros no ayudan a bajar de peso. Indicó que estos edulcorantes artificiales pueden «tener efectos indeseables potenciales» relacionados con su uso a largo plazo, como un mayor riesgo de diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos. Recalcan también que no sirven para bajar de peso.
Royg señaló que se presta para el autoengaño, como por ejemplo, tomar un cocido con edulcorante acompañado de una torta con azúcar en grandes cantidades.
Desalentar el sabor dulce
Para la funcionaria, todos los edulcorantes que están en el mercado pueden ser consumidos. “El espíritu de esta publicación es disminuir la búsqueda del sabor dulce, para desalentar el consumo excesivo de carbohidratos que conduce a la obesidad”, dijo.
Insistió que la mitad del plato que consumimos debe tener verduras, la cuarta parte proteínas y la otra cuarta parte, carbohidratos (fideo, arroz). “Ayuda a que bajes de peso que disminuyas a la mitad tu plato de guiso de fideo”, dijo.
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