Las quemazones forestales que ya son típicas de la temporada agravan los síntomas.
Por José Oviedo Bareiro
Llega la primavera y con ella, el polen de las flores de los árboles y de las malezas. Esto puede causar conjuntivitis y rinitis en los alérgicos, explicó la Dra. Perla Alcaraz alergista del Hospital de Clínicas.
“Tienen que evitar exponerse a la mañana temprano al aire exterior, que es el momento en el que las plantas liberan el polen”, expresó.
Comentó que en septiembre empiezan a florecer las gramíneas que causan estas reacciones. Otro momento crítico es por la tardecita, cuando todo el polen que subió a la atmósfera, cae a la superficie.
“Tienen que usar lentes de sol, sobre todo en días secos y ventosos. Los pacientes con alergia al polen van a verse beneficiados con el uso de tapabocas”, dijo.
Aclaró que durante todo el año atienden a pacientes alérgicos, más que nada por otros factores como el polvo doméstico y los ácaros.
“Vemos muchas rinitis, pacientes con broncoespasmo, asma, laringitis a repetición, laringitis alérgica”, citó.
Otras alergias
En cuanto a la piel, consultan personas con urticaria (ronchas) y dermatitis atópica.
“En los niños más pequeños, en los lactantes, tenemos alergia alimentaria y en los niños, alergia a los medicamentos como la penicilina y antiinflamatorios”, dijo.
La primavera también es temporada de más circulación de abejas y avispas, a cuyas picaduras muchas personas son alérgicas. Desde septiembre hasta marzo hay alta circulación de polen en el ambiente, afirmó.
La alergia se puede manifestar a cualquier edad. “Pudiste no haber sido alérgico nunca y de repente se dispara tu alergia”, señaló.
Señaló que espera que este año no haya muchos incendios forestales porque causan estragos en la población alérgica.
“Los alérgicos tienen inflamados sus vías aéreas y con la contaminación ambiental eso empeora y es más difícil controlar las enfermedades alérgicas”, afirmó.
Bajas defensas
El alergista Juan Carlos Sisul manifestó que los niños nacidos por cesárea son más susceptibles a las alergias. “Su sistema inmunológico tarda más en madurar”, subrayó.
Si además la madre embarazada vive en lugares cercanos a mucha polución, aumenta la sensibilidad tanto de la madre como la del niño por nacer.
“Los niños ya nacen con alergias. Por eso es importante la atención temprana del alergólogo. Hay un mito difundido en pediatras que antes de los 5 años no deben consultar y es todo lo contrario”, expresó.
En cuanto a la diferencia entre la gripe con la rinitis (inflamación de la mucosa nasal), expresó que la primera ocurre solo tres veces al año.
“No como esa persona que todos los días amanece estornudando, con la nariz que le pica, le pican los ojos o con tos seca”, dijo.
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