Pueden avisar un déficit nutricional o problemas genéticos, dijo dermatóloga.
Por José Amilcar Oviedo
Las uñas nos salvan para abrir los envoltorios, rascarnos y lucir un buen diseño con esmaltes, pero pueden también decirnos nuestro estado de salud.
“Cambia de color, (tiene) engrosamiento, fragilidad, se despega, se resquebraja”, manifestó a DÍA A DÍA, la dermatóloga Rosalba Riveros del Hospital de Clínicas.
En los casos de engrosamiento, puede deberse a hongos o psoriasis (la piel se recambia muy rápido).
“Hay enfermedades de déficit nutricional que hace que las uñas sean frágiles”, explicó.
También, luego de los cuadros virales, la uña forma un corte en el medio que indica que se quedó detenida y que vuelve a crecer.
Añadió que en algunos casos muestran patologías específicas como puntitos llamados “manchas del aceite”.
Hígado dañado
Además, la coloración amarillenta de la piel debajo de las uñas puede significar ictericia (problema del hígado).
“En las anemias también las uñas se ven como palillos de tambor del baterista. Se ven gorditos en el extremo”, comentó. Cuando todas las uñas de la mano más las del pie están dañadas, se verá alguna causa genética.
