La “meteorosensibilidad” afecta también a hipertensos y personas con trastornos mentales.
Por José Oviedo Bareiro
“Amalicia kóa okýta (creo que va a llover)”, dicen las abuelas y personas con artritis cuando el tiempo se empieza a descomponer y les duele la rodilla.
Y tienen razón, señaló la reumatóloga Nelly Colmán, aunque “no se conocen muy bien los mecanismos por los cuales se generan estos dolores”, afirmó.
Se les dice “meteorosensibles” a las personas que tienen síntomas por los cambios climáticos.
“Cuando baja la temperatura, una respuesta natural del cuerpo es contraer los músculos para contener el calor”, dijo Colmán.
El riego sanguíneo es menor, lo cual hace que se evidencien dolores en las articulaciones en los sitios donde la persona ya tenía problemas.
“Es importante que la persona se mantenga abrigada, porque al enfriarse el cuerpo, duele. Eso también sirve para el aire acondicionado”, señaló.
La salud mental y el clima
Pero los climas extremos no afectan solamente en lo físico, sino también en lo mental. Los días fríos y con poco sol también conducen a la depresión, destacó el psiquiatra Oscar Paats.
“El ser humano es un cazador diurno. Cuanto más luz solar, mejora el estado anímico”, afirmó.
Señaló que por esta razón, en los países cercanos al polo norte, donde la luz del sol es muy débil, se manejan números preocupantes de suicidio.
“A la noche, como no tenemos visión nocturna, se liberan hormonas del estrés, cortisol y adrenalina”, dijo.
Sin embargo, demasiado calor también es contraproducente para la salud.
“Las consultas y las hospitalizaciones por cuadros de depresión, ansiedad, psicosis y demencias aumentan con las altas temperaturas”, comentó el Dr. Julio Torales.
Afirmó que la exposición a las altas temperaturas impacta en el estado de ánimo y el rendimiento mental.
Aconsejó usar ropa clara, no exponerse directamente al sol, utilizar protectores solares, cuidar de los niños y ancianos, y evitar el sobreesfuerzo físico.
Aumenta la presión
Las temporadas calurosas también aumentan las muertes por infarto, expresó el cardiólogo Manuel Castillo. “El ambiente afecta la presión, la aparición de problemas cardíacos. Eso está bien demostrado”, dijo.
Consideró fundamental que la Dirección de Meteorología alarme a la población cuando se presenten olas de calor. Recomendó para esos días no abandonar la medicación, no abusar con la sal e hidratarse bien.
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