Muchas familias deciden darles incluso antes de ir a la etapa escolar.
Por José Amilcar Oviedo
Los padres les dan tablets y smartphones a sus hijos a una muy temprana edad y no es lo más recomendable, manifestó el psicólogo Iván López.
“Porque los niños evolutivamente tienen que desarrollar capacidades motrices, visuales y auditivas acordes a sus capacidades”, explicó a DÍA A DÍA.
La pregunta de las familias actuales pasa por saber cuándo es el momento adecuado para comprarles un celular propio.
López afirmó que muchos padres deciden darles un aparato a sus chicos incluso antes de ir a la etapa escolar.
Al darles un celular “se abre un portal muy riesgoso”, al darle la responsabilidad de tener un teléfono atendiendo que ya tiene acceso a internet.
“Los niños pequeños no tendrían que tener la necesidad de tener un teléfono y lo tienen porque todos sus amiguitos tienen, probablemente”, aseguró.
Ante estos casos, remarcó que los papás son los adultos y los que deciden qué es lo que se hace y se deja de hacer más allá del entorno.
¿Cuándo permitirles?
Lo óptimo sería permitirles tener celular a los 12 a 13 años, cuando son preadolescentes a adolescentes, sostuvo.
“Sabemos que el hecho de que tengan redes sociales es ilegal porque la mayoría tiene que registrarse para mayores de 18 años, los menores no tendrían que tener”, señaló.
Y los padres tendrían que restringir el tipo de contenidos y servidores que usan sus hijos.
Añadió que se comprende en casos en los que el niño tiene que estar constantemente comunicado, por ejemplo, cuando vive con solo uno de los padres.
Otro punto a tener en cuenta es que los celulares dañaron los ojos de los niños por las muchas horas enfrente durante la pandemia.
En el Hospital del Clínicas aumentaron las consultas por miopía y cansancios como la hipermetropía. En muchos casos, los chicos presentan bajo rendimiento escolar.
Motivos para prohibir los celulares a temprana edad
Estos son algunos de los motivos para limitar el acceso de los niños a los celulares o tablets.
1. Desarrollo cerebral de los niños: La exposición excesiva a las tecnologías hace que crezca más rápido el cerebro de los bebés. Esto se asocia a retrasos cognitivos y déficit de atención.
2. Retraso en el desarrollo: El exceso de las tecnologías puede limitar el movimiento y, consecuentemente, el rendimiento académico.
3. Obesidad infantil: El sedentarismo que implica el uso de tecnologías lleva a problemas como diabetes, vasculares y cardíacos.
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