Cómo fomentar la autonomía de los hijos

Los niños deben ser preparados para afrontar el mundo por sí solos, aunque resulte difícil para los padres.

Los niños deben ser preparados para afrontar el mundo por sí solos, aunque resulte difícil para los padres.

Todos los padres desean que sus hijos se convierta en adultos de bien, pero les resulta difícil prepararlos para ser autónomos desde pequeños.

“El ser humano empieza a responsabilizarse, o a no hacerlo, desde la primera etapa de su vida”, dijo la psicóloga infantil Liz Aranda, recordando las palabras de la pedagoga Maité Vallet.

Los hijos deben ser preparados desde bebés hasta la adolescencia para que logren ser adultos responsables. “El principal obstáculo es la sobreprotección, por supuesto que la inseguridad y otros factores inciden mucho, pero casi siempre hay que preparar primero a los padres”, apuntó la profesional.

Pasos para lograrlo

La psicóloga recomienda iniciar a los hijos con tareas del hogar acorde a su edad e ir progresando con los años.

1. Desde bebés. La autonomía se construye desde el nacimiento. Un ejercicio: colocarle boca abajo, el bebé buscará contacto visual, levantará el cuello y se logrará el fortalecimiento. También, ofrecerles juguetes didácticos.

2. Desde 2 a 4 años. Hacer estantes o cajas de la altura del niño y enseñarles a recoger y ordenar sus juguetes. Instruirles sobre cómo cuidar a la mascota. Enseñarles a sentarse a comer en la mesa, a llevar la ropa sucia al cesto y a ordenar sus zapatos.

3. De 5 a 7 años. Inician los trabajos de tarea doméstica como: tender la cama, regar las plantas, lavar sus platos, preparar su merienda, levantar la mesa.

4. De 8 a 11 años. Tareas del hogar más complejas: planchar su ropa, sacudir los muebles, barrer, repasar el piso, pasear al perro, conocer el valor del dinero. Deben aprender su dirección y número de teléfono de los padres, ser capaces de hacer trámites sencillos como pedir comida por delivery.

5. Adolescencia. Deben ir a comprar solos al súper más cercano, mantener organizado su habitación, planificar sus tareas de la escuela. Deben administrar su dinero (premio por cumpleaños, mesada) y ser capaces de tomar sus propias decisiones, como en qué gastar su dinero. Tienen que trasladarse solos a ciertos lugares, como la escuela, la casa de un familiar o un amigo.

Los adolescentes también deben conocer los peligros de la calle y cómo pedir ayuda.

“Es importante diferenciar autonomía con libertinaje o irresponsabilidad. Son menores de edad y deben estar acompañados y supervisados. No se trata de que ellos hagan lo que quieran. Deben respetar a sus mayores y las reglas de la casa”, apuntó la psicóloga.

La autonomía se construye de a poco, con amor y paciencia.