Tiene dos fiestas al año, una organizan los argentinos y la otra, los paraguayos.
Por José Amilcar Oviedo
Un 25 de septiembre de 1969, el monseñor de Formosa llevó desde Argentina al Chaco paraguayo a la Virgen del Carmen.
El motivo fue para rezar por la lluvia en la compañía Tte. Adolfo Rojas Silva, de la localidad de Tte. Esteban Martínez, Presidente Hayes.
La sequía ya duraba 4 a 5 años, manifestó a DÍA A DÍA la pobladora Simona Ayala de Lesmo. El monseñor puso debajo de un algarrobo el cuadrito chico de la virgen pintada en un azulejo. “Este año van a hacer 53 años ya”, recordó.
Desde entonces, la misma imagen se encuentra en dicho lugar. Allí hay dos carteles, uno paraguayo y otro argentino con rezos ante el “Mojón de la Virgen”.
“Está justito en la línea, la mitad en Argentina y la mitad en Paraguay. (La frontera) Pasa en el medio mismo de la casita”, manifestó.
Según el relato popular, el monseñor instauró que el 25 de septiembre el festejo le corresponde a los paraguayos.
El 16 de julio festejan los argentinos, porque es el Día de la Virgen del Carmen. Así, esta virgen tiene dos fiestas al año.
“Ahora llegará nuestro turno, el festejo se hace con izamiento de bandera, canto del himno, santa misa, bautismo, a veces primera comunión, a veces casamiento”, dijo.
Esta celebración reúne a autoridades y pobladores de distintas localidades cercanas. Comparten asado, empanadas, de tarde hacen torneo de fútbol y bailanta hasta la noche.
“(Los argentinos) Vienen para la fiesta. En la del 16 les acompañamos y el 25 ellos vuelven con nosotros para compartir”, destacó.
Países hermanos
Esta particular celebración fue confirmada por el sacerdote de Villa Hayes, Vivencio Chaparro. Él hace 5 años que acude para realizar el acto religioso.
“Es importante ese encuentro fraterno entre los países hermanos, sobre todo los pobladores cercanos”, manifestó.
Observó que son normalmente más de 100 personas las que participan en la festividad. “Son gente sufrida, pero noble la gente chaqueña”, comentó.
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