Padre rico, padre pobre: ¿se debería enseñar obediencia o independencia?

Sociólogos tienen posturas contrapuestas sobre el estudio que aborda cómo se define el rumbo laboral.

Sociólogos tienen posturas contrapuestas sobre el estudio que aborda cómo se define el rumbo laboral.

La educación de la casa es diferente en las familias pudientes y menos pudientes, a tal punto que determinan si los hijos serán independientes u obedientes.

Así lo sostiene un estudio de Daron Acemoglu para el Buró Nacional de Investigación Económica de los EE. UU.

El autor afirmó que los trabajadores que son independientes “son mejores emprendedores porque son buenos resolviendo problemas”.

En cambio, los dependientes no pueden ser emprendedores. Son más fáciles de comandar y monitorear como empleados.

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Señaló que cuando hay pocas fuentes de trabajo, se elige a “los que trabajan por poco dinero, mientras que los independientes van a ser racionalizados”.

Aseguró que por eso las familias que no son de élite optan por enseñar la obediencia.

Comentó que en algunas sociedades, la forma de educar y las decisiones familiares son una fuente potente de perduración de la jerarquía social.

Supuestamente, los ricos enseñan a sentirse privilegiados y “los obedientes son menos activos políticamente en defender sus intereses”.

El autor afirma que esto se da en todo el mundo, “a pesar de las diferencias en valores y actitudes distintas de los países”.

Se reproduce

El sociólogo Henrique Ferreira sostiene que estas mismas afirmaciones se reproducen en Paraguay.

“Tiene que ver porque el hijo de un pobre y el hijo de un rico son educados para cumplir dos funciones diferentes en nuestra sociedad, más en la sociedad paraguaya en la que las distancias socioeconómicas son demasiado grandes”, comentó.

Observó que los hijos de las familias mejor acomodadas son formados para dirigir una empresa, una granja o el mismo Estado.

“Mientras que el hijo de las familias humildes lo más probable es que esté en la escala más baja de la organización de las actividades económicas en nuestro país”, comentó.

Indicó que se combinan la falta de oportunidades y la falta de puestos de trabajo relevantes y bien pagados.

“Hacen que las opciones que existan siempre sean de paga baja o sin seguro social”, dijo.

“Va más allá del esfuerzo”

Por su parte, el sociólogo Luis Ortiz afirmó no estar de acuerdo con esta perspectiva.
Explicó que hay muchos padres de renta media o pobres que sin ser ricos les enseñan a sus hijos a esforzarse y estudiar.

“Y hay familias ricas en Paraguay, como la desigualdad es tan grande, que las herencias definen el destino social de un sector pequeño”, dijo.

Si fuera solamente cuestión del esfuerzo personal, ya no habría pobreza en el país, manifestó.

“Por más que haya un padre que le diga a su hijo, esforzate, no puede conseguir empleo, tiene problemas de salud, por causas económicas no culminó la secundaria, va a ser muy difícil que salga de la pobreza”, comentó.

Respecto al autor del estudio, Daron Acemoglu, observó que escribe para determinadas sociedades. “Toma casos de países desarrollados y cuando hace su estudio no habla necesariamente de todos los países del mundo”, dijo.

Afirmó que esto se nota en su libro “Por qué las naciones fracasan”.

Lo catalogó dentro de la corriente neoinstitucionalista según la cual, son las instituciones las principales causas de los cambios sociales. Afirmó que no se puede generalizar porque la pobreza no se trata solamente de instituciones como la educación.

“No funciona solamente bajo el criterio del origen social de la familia, hay otros aspectos también”, resaltó.