La joven escritora cedió los derechos a una productora de cine nacional que estrenará mañana.
Por José Amilcar Oviedo
Mía Luján Quintana (18) tuvo la inspiración para escribir su cuento “Lucette” cuando tenía 11 años en una feria de libros.
Comenzó escribiendo a mano y lo terminó a los 12 años con una extensión de 51 páginas en total.
“La historia se lleva a cabo entre dos familias que en un momento dado pasan por una situación inesperada, una muerte inesperada y se llevan a cabo investigaciones”, dijo.
La obra cautivó a los cineastas Mburucuyá Fleitas y Óscar Ayala Paciello, quienes adaptaron la trama para la pantalla grande y estrenarán mañana en todos los cines del país.
“Lucette” salió a la luz en el 2017 cuando Mía publicó su libro “La sonrisa y la sombra de los cuentos”, de la mano de Servilibro. Luego publicó en el 2019 un segundo libro denominado “Relatos espectrales”.
A la par de escribir, Mía está por terminar el primer año en la carrera de Economía de la Universidad Nacional de Asunción.
Ella es hija de la historiadora Noelia Quintana, quien lanzó varios libros sobre la Guerra contra la Triple Alianza.
La joven escritora recordó que en octubre del año pasado se comunicaron con su madre los productores de cine paraguayo. Estaban buscando historias de terror o un thriller (suspenso).
“Les di la autorización para que ellos adapten en forma de thriller y llevaron un proceso de cuatro meses con el guion y después empezaron a grabar”, recordó.
Le contaron a Mía que le añadieron personajes para que tuviera la extensión necesaria para una película. La producción es de Sui Motion Films.
Mía comentó que lee mucho, y que encuentra situaciones que de por sí son inspiradoras.
“Sigo escribiendo siempre, es un aspecto que quiero mantener. Terminé ya este año mi primera novela que va a ser de terror también, vamos a ver si se publica a finales de año.
Anunció que está en un cuarto proyecto que ya tiene un buen avance.
Mamá orgullosa
La mamá de Mía, Noelia Quintan, destacó que su hija comenzó a escribir sus primeros cuentos a los 4 años.
“Siempre le fomenté la lectura al darme cuenta de esta capacidad que ella tenía. Le compré bastantes libros. A los 8 años ya publicó con el diario Última Hora unos análisis sobre Shakespeare”, destacó.
Aconsejó a los padres no censurar a los hijos. “Así como hay adultos que escriben cuentos para adultos, hay jóvenes que escriben para adultos”, remarcó.
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