Igual que los bebés humanos, los perritos deben ir comiendo cosas sólidas de a poco. Fijate.
Por Tania Sosa
Una de las preguntas más frecuentes a los veterinarios es cómo alimentar a un cachorro. Parece cosa sencilla que podemos dar por hecho, pero puede que no lo sea. Llevar una nutrición adecuada en cada etapa de la vida asegura un buen desarrollo físico en nuestras mascotas.
Desde el nacimiento y hasta los 45 días, los cachorritos, en lo posible, deben tomar leche materna. Si por algún motivo esto es imposible, debe ser alimentado con leche especial para cachorros, que se puede encontrar en las veterinarias, y no suministrar leche de vaca.
El doctor Alejandro Encina explicó a Día a Día que después de este tiempo, los cachorros deben comer purina especial para su edad y tamaño. “Hay purinas para razas chicas y grandes. Todo eso hay que tener en cuenta.
Está diseñada específicamente para satisfacer las necesidades nutricionales de los cachorros en crecimiento, proporcionándoles las vitaminas y minerales esenciales para un desarrollo saludable”, expresó.
¿Pero hay que alternativas a las purinas? Lo primero es hacer una visita al veterinario para establecer con él la mejor alimentación para tu cachorro.
Alimentos caseros
Debemos tener en cuenta que el perro es un animal omnívoro; en general, su dieta se compone de aproximadamente un 40 % de proteínas, otro 40 % de hidratos y un 20 % de grasas.
Esto es una consideración a tener en cuenta si le vamos a ofrecer a nuestro cachorro una dieta casera, pero hay que recordar que no todos los alimentos que consumimos las personas son válidos para los perros y que se debe llevar a cabo por un experto nutricionista veterinario.
A partir de los 45 días en adelante y si el veterinario así lo considera, se le puede ir agregando a la dieta arroz, pollo cocinado desmenuzado, hígado de pollo cocinado, zanahoria o zapallo.
“Hasta los tres meses pueden comer hasta tres veces al día. Después de ese tiempo, debemos educarlos a comer dos veces. Preferentemente no darles de comer de noche, porque si no se relaja mucho y ya no podrá ser guardián”, explicó.
Los peluditos también pueden comer manzana, bananas o arándanos. No es obligatorio, pero puede entrar en la dieta. Eso sí, recordemos que hay alimentos prohibidos como la cebolla, locote, aguacate y chocolate.
A partir de los ocho meses ya se les puede incluir algún hueso, eso más que nada para limpiar las encías y sus dientecitos, que ya están más fuertes.
“Les podemos dar huesos, pero huesos largos (tibia y peroné de vaca, más conocido como garrón), no los huesitos de pollo o los de costilla de asado, porque pueden producir atragantamientos”, explicó el especialista.