La estigmatofilia: Atracción por las personas con tatuajes y piercings

Este tipo de comportamiento sexual es más frecuente en personas menores de 40 años. Y no se trata de fetichismo.

Este tipo de comportamiento sexual es más frecuente en personas menores de 40 años. Y no se trata de fetichismo.

La pasión por los piercings y tatuajes ha actuado a través de los años como un canal de expresión artística para muchas personas. Los eligen como representaciones de su esencia, de sus valores o como la huella de momentos relevantes.

En ese sentido, para un grupo específico de individuos, los accesorios y los dibujos que decoran el cuerpo son sinónimo de atracción sexual. Para estos casos, hay una definición técnica muy precisa: estigmatofilia.

¿QUÉ ES LA ESTIGMATOFILIA?

La estigmatofilia se trata de una condición que lleva a las personas a sentir deseo por quienes portan tatuajes, perforaciones o cicatrices. Y no, no es que quieran tocar cada tatuaje que ven o besar cada oreja perforada; es una especie de magnetismo hacia personas con esas marcas en la piel.

El doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo argentino, explica: “La estigmatofilia tiene varios perspectivas para abordarla”. “Por un lado, están aquellos que se sienten atraídos por tatuajes, piercings o cualquier otro adorno corporal. Esta atracción se dirige tanto hacia una persona como hacia ese distintivo o símbolo”, menciona.

“Además, se conectan sentimentalmente con la persona. No se trata de fetichismo, en este caso”, recalca.

NO ES FETICHISMO

Según la Real Academia Española (RAE), el fetichismo es una “desviación sexual que consiste en fijar alguna parte del cuerpo humano o alguna prenda relacionada con él como objeto de la excitación y el deseo” (se basa solo en el objeto o zona, sin conexión sentimental con la persona).

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Para que se diagnostique la estigmatofilia únicamente debemos sentir atracción hacia individuos con dichas características. Es decir, no despiertan ningún tipo de interés los seres que no muestran o no poseen dibujos en su piel.

Este tipo de comportamiento sexual es más frecuente en personas menores de 40 años. Estas no encuentran placer en el acto en sí (con los besos o la penetración), sino que la excitación se consigue al encontrar a alguien que cumpla con los requisitos de estar tatuado o llevar piercings, o marcas.

La estigmatofilia aparece cuando el único “requisito” para elegir a alguien es que tenga tatuajes o perforaciones. No importa cómo se vista, cuáles sean sus actividades o que tenga una cara bonita.