¿Existe realmente la adicción a los tatuajes? Acá te aclaramos

Siempre se escucha decir que si uno empieza a tatuarse, ya no podrá parar más.

Siempre se escucha decir que si uno empieza a tatuarse, ya no podrá parar más.

Por William Girett

Uno de los comentarios más comunes sobre los tatuajes es: “si te haces uno, no podrás parar”. Los tatuajes tienen la fama de causar una supuesta “adicción”, pero, ¿qué tan real es la adicción a los tatuajes? ¿Tiene realmente los mismos efectos que una droga?

Vale empezar mencionando que, según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, la adicción “es un patrón de uso o comportamiento de sustancias que no se controla fácilmente y que puede volverse compulsivo con el tiempo”.

En otras palabras, la adicción suele llevar a formar hábitos, pero eso no pasa con los tatuajes, dicen los especialistas, ya que esa liberación de endorfinas y adrenalina suceden por la novedad del tatuaje y suele desaparecer con el tiempo.

Según la neuropsicóloga argentina Cynthia Zaiatz: “Aunque el efecto en el cerebro puede ser -en algunos casos- similar al de una droga, tatuarse no es una adicción. La gente no se tatúa todos los días: pasan semanas o meses y es un gusto o placer, pero no es una adicción en sí, ya que la adicción se da cuando se hace o repite algo todos los días”, según explicó a Infobae.

“En realidad, es bastante infrecuente que las personas tomen decisiones precipitadas sobre los tatuajes. El dolor es una barrera bastante grande”, dijo a la BBC la psicóloga y experta en tatuajes Viren Swami, también aclarando que los tatuajes no son adictivos.

LOS RASGOS QUE NO SE DAN EN LOS TATUAJES

El psicólogo inglés Mark D. Griffiths escribió un artículo sobre la supuesta adicción a los tatuajes en la revista Psychology Today, donde explica por qué tatuarse no es una adicción. Y hasta mencionó varios casos que deberían darse para que sí lo sean.

Prominencia: que el tatuaje se convierta en lo más importante en la vida de una persona.
Modificación del estado de ánimo: por ejemplo, los sentimientos eufóricos que acompañar a los tatuajes.
Tolerancia: la acumulación gradual de tatuajes, el individuo pasa más y más tiempo tatuándose.
Síntomas de abstinencia: consecuencias psicológicas y / o físicas negativas como resultado de no poder tatuarse, como mal humor extremo o irritabilidad.
Conflicto: la actividad que compromete otras áreas de la vida del individuo, como las relaciones personales y la educación / ocupación.
Recaída: volver a tatuarse después de un período de abstinencia.

Por todo lo anterior, se puede decir que el tatuaje no cumple con estos criterios de adicción. Las personas con trastornos por uso de sustancias o adicción alimentan sus hábitos con experiencias gratificantes frecuentes (al menos a corto plazo), pero incluso las personas más tatuadas no adoptan este comportamiento con regularidad.