Científicos aseguran que estas aves son capaces de generar relaciones similares a la amistad.
Por William Girett
“¡Hola! ¡Ven aquí! ¡Hola!”, gritaron dos guacamayos después de conocerse por medio de una videollamada, si, una videollamada.
Una conducta que los investigadores de las universidades de Glasgow y Northeastern encontraron al enseñar a estas aves a usar la tecnología, de modo a poder medir el nivel de interacción que podían alcanzar entre ellas, puesto que son capaces de generar relaciones similares a la amistad.
Con la tecnología en los hogares de sus dueños, los loros fueron libres de ponerse en contacto entre sí con asistencia humana.
Las interacciones tuvieron resultados positivos y ayudaron a que estos animales vivieran acompañados a la distancia con un ser similar a ellos. Los loros desarrollaron una “dinámica recíproca similar a la socialización humana”.
DOS FASES
El estudio fue estructurado en dos fases. La primera tuvo 212 videollamadas en las que los dueños monitoreaban el comportamiento de los loros. La interacción duraba cinco minutos o terminaba antes si un ave perdía el interés.
El experimento se aplicó a 18 animales, de los cuales 15 lo terminaron
La segunda fase se conoció como “llamada abierta”. Los loros podían decidir a cuál de sus nuevos amigos contactar durante dos meses. En total se realizaron 147 videollamadas en las que estas aves permanecieron el tiempo máximo que fue fijado para la etapa.
AUMENTO DE LA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE
“Algunos mostraban sus juguetes, cantaban, jugaban y se ponían boca abajo”, declaró Ilyena Hirskyj-Douglas, la investigadora de interacción animal-computadora en la Universidad de Glasgow.
Otro de los resultados que sorprendió a los investigadores fue la capacidad de aprendizaje de los loros. Después del monitoreo, los expertos llegaron a la conclusión de que las aves aprendieron nuevas formas de volar, reproducir sonidos y buscar comida después de haber convivido con sus amigos virtuales.
UNA FORMA DE COMBATIR EL AISLAMIENTO
Al estar encerrados en ámbitos domésticos, los loros pueden desarrollar tendencias autodestructivas como arrancarse las plumas, pues los problemas psicológicos están ligados a las condiciones de aislamiento en las que viven. Por ello, éste estudio podría servir para demostrar que hacer amigos virtuales representaría para estos seres vivos una forma de liberar estrés y así prevenir dichas tendencias.
