Su principio básico es lograr que los pequeños desarrollen su autonomía y su creatividad.
El Método Montessori debe su nombre a su creadora, María Montessori, médico y pedagoga italiana que inició una pedagogía alternativa después de observar durante muchos años el comportamiento infantil en el aula.
Busca que los pequeños se desarrollen con libertad, autonomía y a su propio ritmo. Este método ya está siendo aplicado en algunas instituciones educativas, pero también se puede hacer en casa.
La psicopedagoga Cinthia Franco explico a Día a Día que este método tiene algunos beneficios fundamentales.
Pensamiento y movimiento: el niño tiene un espacio amplio para estar. Fomenta el movimiento, ya que tiene en cuenta la necesidad de los niños de estar casi en constante movimiento.
Libre elección: el adulto presenta varias opciones para realizar. El pequeño/a debe tener la oportunidad de elegir qué actividad realizar, cuánto tiempo dedicarle y cuándo hacerla. Esto ayuda a fomentar la toma de decisiones y su autonomía. Para lograrlo, se pueden tener en cuenta una variedad de actividades y materiales en diferentes áreas, como la lectura, la ciencia, las artes y matemáticas.
Interés: el niño aprende mejor cuando está interesado en lo que está aprendiendo.
Orden en el ambiente y en la mente: “Cada cosa en su lugar”, indicó la profesional. El orden externo y la secuencia en el uso de materiales son beneficiosos para el orden interno del niño. Promueve la concentración.
¿Cómo aplicar en casa?
1. Observar al niño: prestar atención a sus intereses, habilidades y necesidades, de acuerdo a eso, preparar el espacio.
2. Preparar el ambiente: crear un espacio seguro, acogedor, que inspire a explorar y descubrir el mundo que le rodea. Esto se logra a través de la elección de materiales y muebles de acuerdo a su tamaño. “Se opta por camas más bajas, por ejemplo. Unos muebles que puedan alcanzar para guardar sus juguetes, sus ropas. Esto le da mayor autonomía”.
3. Fomentar la independencia: otra forma de ejecutar el método es que el niño aprenda a hacer las cosas por sí mismo, por ejemplo: vestirse o lavarse las manos, respetando el tiempo, ritmo y espacio del menor para practicar y aprender.
4 Incorporar materiales: los materiales en cuestión están diseñados para ayudar al niño/a a desarrollar habilidades específicas, como la coordinación mano-ojo, la discriminación sensorial y la resolución de problemas. Estos se pueden encontrar en nuestro mercado o se puede utilizar cualquier elemento o material que se tenga en casa. (Ver cuadro).
Idea para el panel sensorial
Elaborar un panel sensorial es sencillo. Se puede utilizar cualquier material que se tenga en casa.
La base puede ser de madera o de corcho y se puede decorar con pintura para que llame más la atención del pequeño.
El panel puede incluir: interruptor de luz, botones de diferentes formas y colores, un candado, cuerdas de diferentes medidas, un cierre… Si el panel es para un bebé, mejor poner objetos más blandos, como pompones, espejos, objetos de lana… A medida que el niño vaya creciendo, se pueden integrar más objetos.
