"El último vagón" remonta a la infancia.

Netflix estrena emotivo homenaje a los maestros

Relata los ideales de una profesora de que sus alumnos sobresalgan en la vida, a pesar del nulo apoyo del Estado.

Relata los ideales de una profesora de que sus alumnos sobresalgan en la vida, a pesar del nulo apoyo del Estado.

“El último vagón”, una historia de Netflix que hará llorar a más de uno, se sitúa en la zona rural de México. Sucede allí donde los arroyos tienen renacuajos y los niños pueden atraparlos con envases transparentes.

El protagonista es Ikal, un joven chico cuyo padre se dedica a la construcción y reparación de vías de tren. Por esta razón viven en un ferrocarril y nunca se quedan a vivir por mucho tiempo en una misma ciudad.

Esto complica la vida del joven preadolescente, quien se ve impedido para entablar amistades duraderas. La obra está basada en una novela del mismo nombre escrita por Ángeles Doñantes.

Va a la escuela

Todo cambia cuando llega a la Escuela Pública Malinalli Tepenepatl, donde al fin consigue tener amigos y hasta enamorarse. Las clases se dan en un vagón de tren abandonado.

Allí enseña una profesora apasionada llamada Georgina, quien busca inspirar a sus alumnos para que procuren una vida mejor. Los amigos que encuentra Ikal son Chico, un niño rebelde al que admira; Valeria, una niña inteligente; Tuerto, otro niño de la comunidad y el perro Quetzal.

Todo ocurre con normalidad hasta que llega el inspector Hugo Valenzuela. Su misión es cerrar escuelas con pocos alumnos. Él dice que supuestamente lo hace por un bien mayor.

El filme es un homenaje a los maestros rurales, quienes tienen que desenvolverse con el nulo apoyo del Estado. Expone que con la falta de inversión en el sistema educativo, las oportunidades para los jóvenes se ven reducidas.

Pero a pesar de esto, “El último vagón”, transporta a la audiencia a la juventud, cuando todo era más simple, más inocente.

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