Ahorramos tiempo, pero el cerebro podría no trabajar bien y causar varios problemas.
Por Lourdes Cano
Los mensajes de audio son útiles para algunos y una molestia para otros. Aumentar la velocidad en WhatsApp se presenta como una solución, pero tiene sus consecuencias.
Debido a que los usuarios se comunican cada vez más por audios, WhatsApp implementó la función de acelerar la voz en 1x, 1.5X y 2X (de menor a mayor rapidez).
La licenciada Kathia González, fonoaudióloga, señaló que acelerar la velocidad de los audios causa problemas en el lenguaje, en el procesamiento de la información y produce ansiedad.
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Ya entre el 2017 y 2018 se presentaron los primeros casos con adolescentes y jóvenes que experimentaban con la misma función, pero en YouTube. Luego, en el 2021, los adultos lo implementaron con el WhatsApp.
Lo primero es que se interrumpe el proceso normal de la comunicación. “Cuando el audio está acelerado no se asimila la información completa, se procesa sólo la información general, la idea central, pero se pierden los detalles”, expresó la licenciada.
El tono de voz de las personas nos ayuda a captar las emociones, sobre todo en una comunicación telefónica.
“Con la aceleración del audio la voz no se reconoce. La persona podría estar expresando algo que le causa dolor o alegría, pero no se captan estos detalles con esa función. También puede causar malentendidos”, manifestó.
¿Audios de WhatsApp producen ansiedad?
Lo peor sucede cuando esta aceleración la trasladamos a nuestra cotidianidad.
El cerebro puede acostumbrarse a recibir información a gran velocidad y luego buscarla también en todo lo que hacemos.
“Acostumbrarse a esos audios acelera también nuestro cerebro, pero no significa que aprendamos o pensemos más rápido. Hoy vemos jóvenes y adultos más estresados y ansiosos. Escuchan solo unos minutos y luego su atención se dispersa”, acotó la profesional.
Hoy día nos exigimos más de la cuenta en un mundo que de por sí ya es muy acelerado.
La licenciada recomienda e vitar acelerar los audios o disminuir el uso; no grabar audios largos y escribir más. Si necesitás enviar un mensaje largo, pauta un encuentro o haz una llamada.
“El estrés va aumentando y puede repercutir mal. Hay que poner una pausa”, apuntó.
