Los presidentes invitados, por primera vez irán más allá de la zona del subsuelo, con estructura más inclusiva.
Por José Oviedo Bareiro
Con mucha paciencia, la Lic. en Artes Plásticas, María Atenas González de Martínez, mueve el pincel con tiza, agua, témpera y colorante. Sentada y con guantes de goma de uso quirúrgico, realiza en los pilares un símil mármol (imitación de mármol).
Es una de los 25 restauradores que minuciosamente hacen que el Palacio de López luzca como en sus inicios. “Mi tarea es tratar de obtener la composición del mármol. Tengo formación de restauración en el Instituto Superior de Bellas Artes”, afirmó.
Comentó que está encantada y satisfactoriamente feliz porque es una oportunidad que estaba esperando. A pesar de todos los mitos que circulan en torno a esta edificación, señaló que nunca escuchó ruidos extraños.
“Varias veces estuve solita en el primer salón, llegaba temprano, era la única que estaba a la mañana y, para más, era un día de lluvia y nada”, dijo.
El Palacio de López presenta un 90 % de avance en los trabajos de restauración, manifestó el Arq. José María Calvo, supervisor de obras.
Observó que en el Salón Libertad solo faltan los trabajos de terminación, pulido de piso, colocación de zócalo, pintura final, artefactos y pinturas murales.
“Esto va a ser un salón que sí va a ser utilizado posiblemente el 15 de agosto (en la toma de mando)”, expresó.
Apuntó que este salón no existía inicialmente como tal, ya que estaba dividido posiblemente en dormitorios. Sus muros fueron liberados por el Gobierno del Gral. Andrés Rodríguez (1989-1993) para cuando llegaron los reyes de España.
“Necesitaban un salón protocolar, entonces crearon el Salón Libertad, pero nunca pudo ser usado en todo su potencial porque estructuralmente tenía muchos problemas. El suelo tenía movimiento”, comentó.
Por eso, a pesar de que ya se solucionó el problema estructural, existe la recomendación de no superar los 500 kilos por metro cuadrado (tres a cuatro personas por metro cuadrado).
Descubrieron mural
Este año también será diferente, en el sentido de que ya no se les recibirá solamente en el subsuelo a las delegaciones presidenciales. Por primera vez llegarán a la planta alta, donde está el Salón Libertad, mediante el uso de un ascensor cuya estructura ya está montada.
En el subsuelo, además, descubrieron un mural a la altura del zócalo (base de la pared) con diseños florales. Es el único vestigio de este tipo en el subsuelo, atendiendo que estaba pensado para el tránsito del personal de servicio de la familia López.
Se echaron paredes que bloqueaban el túnel del subsuelo, que tiene una vista privilegiada hacia la bahía de Asunción.
Cabe señalar que el Mariscal Francisco Solano López ordenó su construcción, pero nunca pudo vivir allí debido al estallido de la Guerra.
Los restauradores hallaron fragmentos de mármol en el piso, que fueron destruidos por los invasores durante la ocupación, afirmó Calvo. Eso fue en 1869.
Obras continuarán en el Palacio de López
Gran parte de las pinturas murales de 1884 ya fueron restauradas. Cubren desde el piso hasta lo más alto de las paredes, bordeando las altas puertas. No obstante, esta tarea tendrá que continuar después del 15 de agosto, con la asunción de Santiago Peña.
“En las dependencias donde ya no encontramos pinturas murales, solo falta colocación de luminarias, artefactos, pulido de piso y ya podríamos terminar”, anunció Calvo.
El Palacio de López, desde 1893 que es palacio de gobierno. Los presidentes de tanto en tanto ordenaban ponerlo en condiciones. Tal es así que algunos murales artísticos tenían 7 o hasta 12 capas de pintura encima.
Usan bisturí
En la planta alta está actualmente el laboratorio de los profesores de restauración, que se muda de acuerdo a sus labores. Allí preparan sus colores, utilizan óleo y acuarela, dependiendo de las pruebas.
“Las liberaciones se proceden con bisturí, las obturaciones se proceden con paletas, instrumentos de odontología y medicina”, señaló el arquitecto Calvo.
En el 2012 iniciaron las restauraciones en el ala este; ya culminaron, aunque habría que evaluarse su situación estructural. En el ala oeste iniciaron hace poco más de dos años y medio. Para esta labor fue adjudicado el Consorcio Restauración por más de G. 38.800 millones.
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