Forman grupos gratuitos y confidenciales en 11 ciudades y también por videollamadas.
Por José Amilcar Oviedo
G. tenía una hermosa familia, esposa e hijos, pero vivía en “dos mundos” por causa de las adicciones. Se dio cuenta de que tocó fondo cuando su hija de 14 años dijo por él que en vano le ayudaban porque estaba enfermo.
Conoció Narcóticos Anónimos Paraguay y asistió a su primera reunión con personas como él un 3 de agosto del 2002.
“De a poco, mi vida fue cambiando, de a poco dejó de ser un problema el consumo. (…) ¡El programa funciona!”, escribió en la fanpage de la organización.
Lo más importante es que la familia no le trate al adicto en la casa con “machete y miel”, explicó a DÍA A DÍA la madre fundadora, Regina Sian.
Afirmó que hay que cuidarles sin atacarles y llamar a Narcóticos Anónimos, preguntando el número a 112 de Copaco o contactando con ellos en redes.
“¿Sabe lo que hace la familia? Acusa. Por qué tomás, por qué te drogás, por qué tus amigos, por qué no estudiás, por qué no trabajás”, citó.
Sin embargo, la familia tiene que aprender a darse cuenta de que no saben nada de lo que es ser adicto y que así les alejan.
“Tienen que tener el botiquín de emergencia para no drogarse, comer mucha azúcar, muchos dulces, mucha fruta, helado”, comentó. Aseguró que el azúcar es lo mejor para calmar la ansiedad por las drogas.
Familias entrenadas
Sian desconoce a cuánta gente ayudan las reuniones de Narcóticos Anónimos. “Solo Dios sabe, yo no cuento”, dijo.
Indicó que participan los adictos y también sus familias por separado.
Los enfermos aprenden herramientas como enfocarse en el presente. El pasado ya pasó y sobre el futuro “no sabemos qué Putin piensa hacer”, dijo con enorme lucidez esta monja de 90 años.
En junio pasado fue distinguida por la Cámara de Diputados y en esa ocasión pidió centros de rehabilitación más grandes.
Hace más de 40 años que encabeza estas series de reuniones en más de 11 ciudades en instalaciones religiosas.
Sin embargo, aclaró que nada es gratis. Así como compraban las dosis de estupefacientes, pagan por la luz si es que llegan a utilizar.
También dejan todo ordenado el lugar antes de abandonar. En Asunción hay 7 grupos y luego hay uno por cada ciudad, en Lambaré, San Lorenzo, Luque, Itauguá, Villeta e Ypacaraí.
También hay grupos en Caacupé, Caaguazú, Hernandarias y Ciudad del Este. Los grupos virtuales se realizan en la plataforma Zoom. La línea de información es el (0981) 288-008.
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