Coffe cat

“Coffee cat”, la primera cafetería gatuna

En su inauguración la gente esperó hasta 1 hora para ingresar a ver a los felinos; se encuentran separados del comedor.

En su inauguración la gente esperó hasta 1 hora para ingresar a ver a los felinos; se encuentran separados del comedor.

Por Lourdes Cano

Fiorella Arellano (22) renunció a su trabajo en un banco para abrir una cafetería gatuna, Coffee cat. Un local gastronómico inmerso en un “palacio de gatos”.

Hace años que compartía ese sueño con su mamá, Cynthia Pérez, rescatista y responsable del refugio Promiau.

Madre e hija apostaron todo por el emprendimiento y, el sábado, en la inauguración, la gente formó filas de hasta una hora para acceder al sector de los felinos.


CÓMO FUNCIONA LA COFFEE CAT 

Antes de iniciar el proyecto, mucha gente le dijo a Fiorella “no, imposible. No vas a conseguir los permisos”.

“Sabíamos que sería un desafío y nos aseguramos la parte legal: contratamos una tecnóloga, consultamos con INAN y nos dijeron que no habría problema, siempre y cuando no haya contacto directo de la cocina y el área de comida con los animales”, indicó.

De esa manera comenzaron a armar los espacios y ahora funciona con todos los permisos.

“La cafetería tiene dos sectores para la gente: el principal, con la barra y mesas, donde consumir y donde no van los gatos. Luego, hay un quincho abierto donde ya recorren los gatos.

Los michis tienen tres espacios: una sala común, su gimnasio, un altillo cerrado con ventanas de blindex y un patio trasero”, expresó.

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LAS REGLAS EN COFFEE CAT

Es claro que la atracción son los felinos. En la inauguración, los clientes formaron largas filas para pasar conocer a las mascotas. Ingresaron grupos de 10 personas y cada uno pudo permanecer solo 10 minutos.

“Ahora tenemos 10 gatos en el local, gatos que son de la casa, no del refugio. Tenemos 8 personas trabajando”, dijo Arellano.

Un personal controla que se cumplan las normas: no molestarlos cuando duermen, no alzarlos, no alimentarlos, usar los juguetes y no las manos, no correr, no gritar, no usar cámaras con flash, entre otras reglas para no alterar a los animales.

Las mascotas también tendrán su día libre: hay otros 5 gatos de la casa que esperan conocer a los clientes del café e irán intercambiándoles.

El objetivo principal de Coffee Cat es poder sustentar el refugio Promiau y, más adelante, poder dar una «pata» a las otras organizaciones que rescatan animales de la calle.

En el sector gastronómico podrás encontrar cafés calientes y fríos, con tortas dulces y a buenos precios. El local está en Asunción, sobre Tte. Segundo Benigno 230 entre Luis Morales y Diego Silva, cerca de la Universidad Americana.