ROBERT DE NIRO

Robert De Niro se complica en el juicio contra su asistente

El actor admitió que hizo pedidos fuera de lugar y «pudo ser grosero» con su empleada, quien le demanda por 12 millones de dólares.

El actor admitió que hizo pedidos fuera de lugar y «pudo ser grosero» con su empleada, quien le demanda por 12 millones de dólares.

Robert De Niro testificó ayer sobre los cargos de discriminación de género y represalias presentados por su exempleada, Graham Chase Robinson.

La exasistente, luego ascendida a vicepresidente de su empresa Canal Productions, exige una remuneración de 12 millones de dólares por haber sufrido «angustia emocional grave y daño a la reputación».

De Niro respondió las preguntas en el Tribunal de Nueva York, pero dejando en claro que estaba muy molesto. Incluso afirmó que “todo el caso era una tontería”.

Las respuestas de Robert De Niro

Los abogados de la demandante señalan que, según la defendida, durante el tiempo que trabajó De Niro, él la insultó, gritó e hizo una serie de peticiones muy extrañas.

Robinson afirma que De Niro la llamaba mientras estaba en el baño y le pedía que le rascara la espalda.

El reconocido actor respondió que “pudo haber sucedido ocasionalmente, pero nunca con falta de respeto o lascivia».
Luego, le preguntaron si ordenó a Chase que tomara un Uber a las 23:00 y le entregara en su casa un martini. De Niro manifestó que “esto solo ocurrió una vez”.

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Más tarde le consultaron si gritó a Robinson “maldita mocosa malcriada” cuando ella estaba en Europa, después de que no le recordó sobre una reunión. «Levanté la voz. Me enojé esa vez. La reprendí. No fui abusivo. Estaba molesto», expresó el actor.

En un tenso momento, el actor gritó: «¡Qué vergüenza, Chase Robinson!».