Chef destaca que la gastronomía paraguaya no conoce de clases sociales.
Por José Oviedo Bareiro
Estamos a menos de un mes de las fiestas de San Juan. Habrá mbeju, chicharõ trenzado, pastel mandi’o y pajagua mascada, entre otros.
Pero ¿cómo seguir una línea fit? La nutricionista Nidia Ortiz nos brinda algunos consejos para cuidarnos con las comidas típicas «sin perder la esencia».
“Recurriendo a productos reducidos en calorías como leche descremada y hacer las típicas empanadas y pajagua mascada al horno. Usar sólo las claras en el caso del chipa guasu”, manifestó.
Preparando las comidas típicas más saludables, se disminuye la ingesta de calorías. Por ejemplo, una chipa de almidón tradicional tiene 216 kcal aproximadamente, mientras que la versión diet de chipa de almidón tiene 180 kcal. Así también, la sopa paraguaya normal tiene 215 kcal y la sopa paraguaya diet, 179 kcal aproximadamente, afirmó.
“Claro que se pueden cambiar los ingredientes por otros más saludables, pero lo que deberíamos entender es que el secreto está en las porciones”, dijo.
Comentó que la gente piensa que por ser un mbeju fit puede comer 10 porciones y aclaró que más bien recomendaría comer en su versión original.
“Porque creo que así no le quitamos la esencia a nuestra comida tradicional. Es mejor comer una empanada de mandioca normal pero acompañar con ensalada, es decir, dejemos de etiquetar las cosas como diet”, expresó.
Comidas típicas sin gluten
Al respecto, el chef Rodolfo Angenscheidt afirmó que de por sí, la comida paraguaya es sana. Destacó que es gluten free (libre de gluten) y apta para celíacos porque no incluye harina de trigo.
El inconveniente estaría a veces cuando, sin mucho conocimiento de gastronomía o por ahorrar un poquito, se usa el aceite muchas veces para freír.
“El Chapori” destacó que aprendiendo de “las doñas” inventó el mbeju invertido. “Le invertí todas las proporciones, en vez de un kilo de almidón, un kilo de queso, en vez de equis de grasa, la mitad de grasa, todo de vuelta”, describió.
Para promover la cocina paraguaya en el exterior instó a un mayor acompañamiento del Estado. También pidió ayudar más al campesino.
“Lo bueno de nuestra comida es que no tiene clase social. Una sopa paraguaya se come en cualquier casa, una buena chipa guasu en todas las casas, un soyo, vori vori, marinera, se come en todos los hogares”, expresó.
