Sin Navidad, fin de las vacaciones y enero sin dinero son la fórmula detonante.
por Tania Sosa
Si de por sí los lunes ya suelen ser duros para arrancar, desde el 2005 se lleva en cuenta el Blue Monday. Según una supuesta fórmula matemática, el tercer lunes del mes de enero es el día más triste del año.
Hace referencia a un conjunto de eventos que influyen en el estado de ánimo de cada persona ese día.
La fórmula
La presión por las deudas navideñas, no haber cobrado todavía por el mes de enero, el tiempo que ha pasado desde las fiestas, las desmotivación y los propósitos que no se lograron.
Eso se le suma los excesos de comida y bebidas que capaz se han cometido, lo que hace que se sienta mucha culpa.
La psicóloga clínica Silvia Meza dio algunos tips para afrontar este día que para muchos será bastante difícil.
1 Nueva motivación: “Si los 12 meses anteriores no salieron bien, no olvidemos que tenemos otros 12 para intentar cambiar la situación. Trazar nuevos y pequeños objetivos podría ayudar. Lo importante es no quedarnos en lamentaciones y estancados en la frustración”.
2 Encontrarse con un amigo: “Elegir la compañía a la soledad podría ayudar a cortar el día. Debemos entender que la tristeza es parte del humano y podemos hablar de eso con alguna persona de confianza. Cuanto más se habla de cómo uno se siente, es mejor. Siempre buscar la compañía de alguien para que nos escuche”.
3 Comenzar el gimnasio: “La actividad física es crucial para el cuerpo. Sabemos que tiene múltiples beneficios para el bienestar general de las personas. Quizás es el primer paso para cumplir los objetivos trazados el año pasado”.
4 Solidaridad: también ayuda mucho entablar conversación con una persona con la que no hemos tenido contacto, una vecina de edad, una compañera de trabajo. Realizar algún acto de solidaridad aumenta la empatía, la positividad y la sociabilidad.
PATOLOGÍA
Si uno entiende que la tristeza es momentánea y natural, puede considerarse normal, pero cuando esa sensación se prolonga es hora de visitar a un profesional.
“Cuando la tristeza es patológica la persona está sin ganas de seguir, vacía, deja de hacer lo que más le gusta. Es importante diferenciar si tenemos alguna persona cercana así para poder ayudarla, estar para ella y acompañarla”, mencionó Silvia Meza.
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