Las personas que acuden a los consultorios cada vez son más jóvenes, alerta médico.
El bruxismo es un trastorno que ocurre cuando se contraen los músculos de la mandíbula, rechinan los dientes, hacen ruido, como si se apretaran con fuerza, y se dañan los dientes.
El diagnóstico del bruxismo se realiza durante las visitas regulares con su dentista, quien examinará minuciosamente sus dientes en busca de señales de esta afección, como el desgaste de las puntas de los mismos.
El doctor Luis Álvarez, director de Salud Bucal del Ministerio de Salud, indicó que el 10 a 20 % de la población sufre de este trastorno.
Entre las causas más comunes se encuentran el estrés y la ansiedad, pero también podrían haber otras como el uso de medicamentos antidepresivos, drogas recreativas como la cocaína o crack, además, otro factor: la edad.
“Por eso es importante la evaluación, un diagnóstico y un tratamiento para cada uno. Si es por estrés, que es la causa más estudiada, se pueden utilizar medicamentos relajantes”, indicó.
Otros dolores
El bruxismo incluye una tensión mandibular que puede incluso hacer doler otras partes de la cabeza, como el cuello, el oído, incluso dolor o rotura de piezas dentarias.
“Los músculos maseteros (mandíbula) son más fuertes que los bíceps, incluso. La fuerza que impregna sobre los dientes es tal que puede romper la corona dental”, explicó.
Álvarez indicó que a los consultorios llegan personas de todas las edades, pero lo más alarmante es que son cada vez más jóvenes.
“Tiene que ver mucho también con la salud mental. Hay cada vez más niños en los consultorios, por alguna situación que desencadena el bruxismo, que es un mecanismo de liberar estrés. Separación de los padres, el tiempo solos en la casa, por ejemplo”, agregó.
Tratamiento
El tratamiento adecuado para el bruxismo se determina individualmente, teniendo en cuenta diversos factores, que incluyen: la edad, el estado general de salud y su historial clínico, la tolerancia a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias y el estilo de vida.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, el bruxismo se puede tratar con éxito. Las opciones de tratamiento pueden comprender:
Modificación del comportamiento: aprendizaje de técnicas para descansar la lengua, los dientes y los labios de manera adecuada. También se puede aprender cómo mantener la lengua hacia arriba para aliviar la incomodidad en la mandíbula, manteniendo los dientes separados y los labios cerrados.
Protector bucal: un dispositivo de plástico diseñado para usarse durante la noche absorberá la fuerza de la mordida, evitando así daños futuros en los dientes.